...la Biblia de Jerusalén
I Corintios 4, 2-4
2 Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores
es que sean fieles.
3 Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o
por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo!
4 Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo
justificado. Mi juez es el Señor.